¿Pueden lxs niñxs hacerse grandes preguntas? ¿Qué temas interpelan a las infancias? ¿En qué problemáticas tendrán mejores respuestas que los adultos? Todas estas preguntas y más nos motorizaron a charlar con un grupo que se dedica a profundizar, trabajar y difundir las relaciones entre filosofía e infancias: El Pensadero.

En un mundo en el que el lenguaje, el pensamiento, los libros y las escuelas están en constante cuestionamiento, un grupo de estudiantes y graduadxs de filosofía profundiza con dedicación académica y activista en la relación entre pensamiento, aprendizaje e infancias.

En esta charla, nos cuentan sobre su trayectoria y sus proyectos. Además, les adelantamos una hermosa noticia: se están encargando de un seminario de Filosofìa y ESI en la querida Universidad de Buenos Aires, para el cual han usado nuestros libritos para alguna de sus prácticas.

¡Que la disfruten!

¿Cómo surgió la idea de crear un grupo de filosofía para niñxs? ¿Cuál fue la motivación inicial?

Nuestro surgimiento se da en el año 2013, cuando un grupo de graduadxs y estudiantes avanzadxs que ya trabajaban en escuelas haciendo filosofía con niñxs deciden armar un encuentro para convocar a otras personas interesadas en sumarse a reflexionar sobre la práctica con infancias. Rápidamente se armó un grupo de 20 integrantes, y en 2014, cuando se crea el programa “Filosofía y Territorio”, impulsado por el Departamento de Filosofía y dependiente de la Secretaría de Extensión y Bienestar Estudiantil de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, pasamos a integrar ese ámbito de pertenencia institucional, teniendo el aval a partir de ese momento de todas las actividades que realizamos.

Desde el inicio nos motivó esa idea de que la Filosofía traspase los límites de la universidad y ofrezca herramientas para la vida cotidiana trabajando con infancias, pero también con personas adultas que acompañan las niñeces. Así que nos propusimos conformar un espacio de estudio y difusión del programa de Filosofía con niños y niñas impulsado por el filósofo y educador argentino Walter Kohan.
Pensamos a la filosofía como un cruce de la infancia y el tiempo: no consideramos que los niños y niñas sean personas adultas potenciales, sino que les colocamos en el centro como agentes de pensamiento, como plenos cuestionadores. Siguiendo a Walter Kohan, nos interesa ver el tiempo de la infancia como un modo de preguntarse, de extrañarse sobre el mundo, y no como una etapa de la vida.

 

¿Cuál es la estrategia o metodología que usan en sus talleres o actividades con los niños y niñas?

Seguimos los lineamientos de la propuesta del Programa “Filosofía con niños y niñas”, que es la recepción local del programa de Matthew Lipman “Filosofía para niños” (Philosophy for Children). Esa iniciativa surge a fines de los años 60 en Estados Unidos, por iniciativa de Lipman, un profesor de Lógica preocupado por las grandes dificultades que tenían sus estudiantes para aprender la materia. Entendió necesaria la preparación en Filosofía desde edades más tempranas, donde las infancias pudieran adquirir de manera más sólida, ciertas habilidades de pensamiento. Junto a Ann Margaret Sharp, filósofa y educadora, se dedicaron a crear un programa que ponga el foco en la mejora del pensamiento. El programa consiste en “novelas filosóficas” para trabajar con los y las estudiantes y “manuales para docentes”, que sugieren estrategias que potencian el contenido de las novelas. Éstas abordan diversos temas “clásicos” de la tradición de la historia de la filosofía occidental y están dirigidos a las distintas edades de las y los estudiantes.

Con el paso del tiempo, en los años 90, varixs docentes argentinxs se interesaron por el programa de Lipman y resignificaron su legado de distintas maneras. Desde Grupo El Pensadero nos interesa resaltar en particular la figura de Walter Kohan, filósofo y educador argentino (actualmente radicado en Brasil) que elaboró su propuesta de “Filosofía con niños y niñas” a partir de ciertas críticas a esas implicancias ideológicas que contenía la propuesta antecesora. Kohan centra su reflexión repensando el programa de Lipman específicamente en el contexto de América Latina. Considera que no es posible “importar” la práctica de ese proyecto en nuestro suelo, ya que las diferencias sociopolíticas conforman subjetividades completamente distintas y que la filosofía siempre dialoga con el contexto cultural y político en el que surge.

¿Cuántas personas forman parte del grupo, qué tareas hacen y cómo se organizan?

Actualmente, somos 24 docentes con distintos perfiles y trayectorias académicas, lo que nos permite siempre construir desde las diferencias, pero sosteniendo siempre el punto común que nos impulsa: llevar la enseñanza de la filosofía con infancias a todas partes. Buscamos promover la difusión de este programa en más espacios porque consideramos que existe un derecho a la filosofía y también, una necesidad de que todas las infancias tengan acceso a espacios de escucha y diálogo filosófico en comunidad.

Desde 2015 nos conformamos como una asociación civil sin fines de lucro, donde estamos a cargo ad honorem de todas las tareas de organización del espacio.

¿Qué tipo de temas o preguntas filosóficas abordan? ¿Cómo eligen esos temas?

Las temáticas que tratamos son de los más variadas. Muchas veces tomamos como punto de partida diversos conceptos y problemas de relevancia que se han planteado en la historia de la Filosofía, como la identidad, la comunidad, los sentidos, la amistad, el amor, el tiempo, la infancia, el arte, el cuerpo, el juego, las reglas, la definición de “filosofía”, la naturaleza, entre muchos otros. Pero, siguiendo las líneas metodológicas de la Filosofía con niños y niñas a medida que se suceden los encuentros con las infancias, buscamos ir incorporando los temas que resulten de su interés o se propongan en la propia comunidad de indagación.

Además, nos interesa abordar los temas o problemas filosóficos con las infancias teniendo en cuenta su puesta en práctica en los diferentes ámbitos, ya que consideramos fundamental, para la práctica filosófica y su vivencia, la vinculación con la materialidad, con el carácter productivo y con la vida cotidiana de los niños y niñas.

En particular este año comenzamos a dictar el seminario de prácticas territorializadas “Filosofía con infancias y Educación Sexual Integral”, en el marco de la carrera de Filosofía en la Facultad de Filosofía y Letras (UBA). Y nos interesa pensar la Filosofía con niños y niñas como una puerta de entrada a la ESI. Desde esa mirada, se vuelve interesante también poder tomar temáticas de sexualidad entendida de una manera integral, es decir, teniendo en cuenta los aspectos biológicos, sociales, psicológicos, afectivos y éticos.

¿Por qué creen que es importante introducir la filosofía a los niños desde temprana edad? ¿Qué aporta la filosofía a las infancias? O ¿Cómo creen que la filosofía puede ayudar a lxs niñxs a enfrentar los desafíos del mundo actual?

Las infancias son curiosas, atentas, miran, investigan, experimentan, se sorprenden de todo lo que hay a su alrededor. La infancia parece un momento ideal para despertar o incentivar el pensamiento.

Hay diferentes maneras de entender la Filosofía y de encarnar su práctica. Hablamos de “encarnar” porque el desafío que nos proponemos con El Pensadero al hacer filosofía con niños y niñas, es filosofar con los chicos y chicas, reflexionar e interrogarnos colectivamente.

Consideramos que se trata de una perspectiva innovadora para impulsar el espíritu crítico y reflexivo de les jóvenes. Buscamos poner en práctica la Filosofía como un camino de búsqueda de preguntas, planteos y respuestas, que impulse a les participantes para que se atrevan a filosofar.

Queremos promover un ejercicio de pensamiento que nos permita ser personas más libres, más abiertas y sensibles con la realidad que vivimos para consolidar una vida plena en democracia, que nos parece un valor fundamental a cuidar y defender en el mundo actual.

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