Nuestra cooperativa cumple 10 años en este 2022. En ese marco, vamos a estar hilando y tejiendo charlas con espacios, colectivos y seres que hicieron que este camino sea posible. Esta es una de esas charlas en las que nos encontramos con uno de los colectivos que nos ayudó en alguna de las aventuras que son necesarias para poder sostener un espacio de autogestión. Acá te contamos qué es Fundación La Base y cómo nos ayudaron.
Es media tarde de un sábado de febrero de 2022. El marco de la actividad es una invitación a las cooperativas para ser parte, con un stand, del Pueblo Cooperativo y Mutual en Tecnópolis. Muchas Nueces aprovechó la oportunidad para organizar algunas conversaciones, entre ellas, una charla sobre finanzas solidarias y cooperativas con La Base, una organización que ya tiene 17 años de trayectoria. Además, se sumaron dos cooperativas: Puentes del Sur y Proin.
En esta nota haremos foco en La Base para poder desandar un poquito qué es todo ese mundo en el que se habla de plata, deudas y ahorros, sin miedo y compartiendo información. Fundación La Base inició sus actividades en los 2000 para acompañar la recuperación de las fábricas que habían quebrado por las quiebras fraudulentas y el vaciamiento de esos años. A lo largo de los años, fueron acompañando a diversos tipos de organizaciones: cooperativas, fábricas recuperadas y grupos asociativos, entre otros.


Si clickeamos en sus redes sociales o página web podemos ver que La Base se define como “una fundación que apoya los procesos de autogestión productiva y el trabajo democrático desde un perspectiva feminista”. Es decir que, si bien la palabra “finanzas” no deja de darnos terror a simple vista, podemos ver que en el caso de La Base se incluyen términos y elementos amigables para quienes somos parte de colectivos autogestivos y territoriales.
Pero ¿qué quiere decir “apoyar procesos de autogestión productiva”? Algunas de las cosas centrales que hace esta fundación son:
- Acompañar a cooperativas, empresas recuperadas y grupos asociativos a través de capacitaciones, asistencia técnica y financiamiento.
- Desarrollar una metodología propia bajo un modelo de finanzas solidarias.
De ese último punto —finanzas solidarias— vinieron a charlar Valeria Leiva y Victoria Maggi con nosotres en uno de los escenarios de Tecnópolis para compartir sus saberes y experiencias con otros proyectos cooperativos.
Con “finanzas solidarias” se refieren a que los fondos son rotatorios: cuando son devueltos, se destinan a otra cooperativa.
Lo primero que señala una de las compañeras es que el acuerdo con La Base “no implica sólo un proceso de préstamo para realizar una inversión, sino que a cambio hay también asistencia técnica y capacitación”. Esto es muy importante y quiere decir que a diferencia de otras entidades, La Base no otorga crédito sin proveer, también, un acompañamiento real enfocado en los conocimientos básicos para que la cooperativa o mutual pueda organizarse para pagarlos.
Las compañeras definen las finanzas solidarias como “una herramienta”. Son tajantes ahí. El acompañamiento de La Base no es una salvación en sí mismo sino una herramienta que permite acompañar y fortalecer los procesos colectivos de cada organización. A La Base le interesa principalmente apoyar espacios que tienen algún tipo de organización autogestiva y le dan mucha mucha importancia (¡como nosotres!) al espacio de asamblea, “pilar y órgano soberano de decisión, que demuestra la democracia dentro de los grupos de trabajo”.
Las chicas cuentan frente al público que fueron creando una metodología muy especial a lo largo de sus años de trabajo, que adaptan según el colectivo al que apoyen. Tienen la apuesta de construir en conjunto con los conocimientos propios que cada grupo de trabajadorxs tiene sobre su cooperativa. Es decir, el proyecto de inversión se piensa en conjunto entre los saberes de la Fundación y los de las coopes, y puede incluir: ampliaciones, compra de materias prima, refacciones, etc. Para ello, ellas deciden también en asamblea a quién se va a destinar esos fondos cuando sean devueltos.
¿Dónde entra lo «solidario y feminista»?
Además de que la gestión de la fundación es llevada a cabo en su totalidad por compañeras, ellas son muy cuidadosas de que el préstamo que otorgan no perjudique a las cooperativas, a diferencia de otros órganos de crédito. Ellas señalan ese cuidado como otro de sus pilares. Se cuida que siempre haya un impacto positivo en el colectivo al que se asiste.
Si esto fuera una receta, entonces, anotemos: a la asamblea hay que agregarle varias cucharaditas de cuidado.
Los relatos de otras compañeras de cooperativas apoyadas por La Base, como el de Rosa María Roura, de la distribuidora Puente del Sur (que distribuye nuestros libros), dan cuenta de ese cuidado. Ella relata que los préstamos de La Base, en su caso, llegaron a ser hasta triangulares: el crédito era otorgado a Puente del Sur pero llegaba primero a lxs productorxs, para que pudieran aumentar su producción y así cumplir con la demanda que tiene la distribuidora en sus nodos.

¿Cómo fue el vínculo con Muchas Nueces?
En la misma charla en Tecnópolis, nuestro compañero y tesorero Gonzalo Miranda cuenta que, cuando fundamos la cooperativa, una de las premisas centrales fue que no queríamos que ningune de nuestres compañeres se endeudara. Es decir que fue una decisión política y consciente desde el principio no poner capital nuestro, o sea privado, para saldar cosas.
Gonza pudo relatar que encontrarse con La Base en un momento en que necesitábamos hacer crecer nuestro catálogo fue un alivio, sobre todo, porque con las compañeras es “mucho más importante el diálogo que se genera que el papel que se pueda presentar”. Este punto puede ser fundamental para cooperativas que estén iniciando. También nuestro compañero recuerda que entrar en diálogo con ellas fue pensar sin miedo en tomar un préstamo gracias a que contaban con toda una lógica diferente, cuidadosa con las dinámicas de la autogestión.“Nos ayudaron a organizar un montón de información en base a nuestros números, de cosas que producíamos pero desconocíamos porque nunca nos poníamos a sistematizarlas. Para explicarle a La Base lo que hacíamos, aprendimos mucho sobre nuestra propia coope”, agregó.
Hubo risas cuando se compararon las lógicas bancarias, tan distintas a las de La Base, con las de un vampiro. Pero reímos por no llorar, porque quien se haya endeudado en este país conoce muy bien sus peligros. Es más, nos dieron ganas de hacer un librito para niñes sobre ese tal “banco-vampiro”.
Hoy hacemos foco en uno de los colectivos que nos permitió seguir adelante en esta historia que ya lleva 10 años: gracias a La Base pudimos pensar de otros modos las finanzas, y esos modos nos llevaron a poder organizarnos económicamente para no quedar tan en desventaja con respecto a los monopolios editoriales.